viernes, 7 de septiembre de 2018

Que nos vamos a la Perico!!!


ADVERTENCIA: Si lo que buscas es leer una historia épica, motivacional, la historia de un héroe que se enfrenta a mil avatares y consigue salir con la suya... deja de leer, te ahorro 5 minutos de lectura que puedes invertir en lo que más te guste.

Ya, ya, lo se, este blog iba del MTB, ¿qué es esto? ¿Paul Stephan se pasa a la flaca? ¿Ahora, después de 2 años de parón esto va de flaca? Pues no es así, aunque uno tiene mucho vicio, y nos ha dado por participar en todo lo que se menea, bueno, mejor dicho, en lo que le proponen, y es que todo esto surge a principios de año, donde un buen día, mi buen amigo Yorye, me propone apuntarnos a la Perico, afamada prueba cicloturista, y como no se decir que no... pues ahí se apunta el inconsciente, aunque esta vez decido hacer las cosas bien, tomármelo más o menos enserio y entrenar más de lo que jamás he entrenado en mi vida, si, si, como leéis, he escrito entrenar, pa fliparlo vamos. Pero es que no queda ahí la cosa, es que hasta he estado haciendo llano, LLANOOOOOO, quien me ha visto y quien me ve, totalmente echado a perder.
Conforme va avanzando el año y se acerca la fecha, el grupo va aumentando y se unen los cracks del Chis y del Jony, nos lo vamos a pasar teta, al menos en el viaje.
El tiempo va avanzando el plan está claro, la noche la pasamos en cá Yorye, y el sábado a "jierro" a la Perico, pero el destino iba a dar un giro, bueno el destino... un pequeño accidente nos deja al Yorye fuera de combate, el año que viene será Yorye, dalo por seguro, así que incluimos al Pacho en el equipo Perico y seguimos con los planes. El pobre Pacho creo que había cogido la bici un par de veces desde hace tres meses, este si que es un inconsciente y no yo.
Pues el tiempo corre que se las pela, y sin darnos cuenta nos plantamos en la semana de la prueba y sin sitio para dormir, lo que se llama planificar, planificar... poco, no nos vamos a enganñar, a tanto nos llego la planificación que a 6 horas antes de salir de viaje no teníamos donde dormir, menos mal que mi señora se remangó y nos echó una mano. Le debemos la vida.

Ya el día del viaje quedamos temprano para llegar con tiempo, dormir un poco la siesta y tal, así que salimos sobre el horario previsto y con solo una parada en boxes, en la cual el Pacho aprovechó para compra un megamelón que nunca nos comimos y que tratamos como un hijo, llegamos a nuestro lugar de alojamiento, registro en el hostal y nos vamos a la cama, que estamos tiesos. Después recogida de dorsal cena y a acostarse que hay que madrugar bastante.



Pues día P, llegamos temprano, pero entre colocar el dorsal, cagaleras varias y movida, como siempre, nos colocamos últimos, o casi últimos, así que pistoletazo de salida, y nos veas mi compadre Chis que neutralizada me dio, el Jony y el como gamos, y yo diciéndole que si no íbamos demasiado a gancho, se ve que ellos no, pero yo iba con percha. Durante la neutralizada nos encontramos a nuestros buenos amigos de los Weekend Warriors, unos figuras, pero macho, no me dejaban ni hablar, a todo esto, el Pacho ya estaba desaparecido.
Así que con estas llegamos a Navacerrada, aquí a los brothers les da gana de orinar, así que yo tiro para delante, porque ellos van sobradisimos, ya me pillarán. Navacerrada va pasando, kilómetro a kilómetro, curva a curva, ya me cogen estos dos, y como se preveía, no puedo seguir su ritmo, bueno, si podría, pero solo haría 40 km y creo que esto va de hacer 164, así que les digo adiós y pongo mi ritmo "tran tran". Pues Navacerra se me hace corto, ahora toca un terreno conocido, llaneo hasta Cotos, en esta parte, aún con fuerza, decido reservar, y me uno a un grupeto que iba como los ángeles, así que vamos juntos hasta la bajada de Cotos que nos llevaría para subir a Morcuera. La bajada es bastante técnica, pero es una pasada, aquí estuve apunto de morder el guardarrail, justo en el mismo sitio que Yoryer comió campo unos años atrás, sustito que te pone las pilas.
Tras un breve llaneito ya estamos camino de la Morcuera, este puerto es el que más me gustó de todos, estuvo bastante chulo, pero cuando lo coroné estaba ya un poco hasta las narices de dar pedales en la bici, así que me bajé en el avituallamiento, llené bote,  refresquito y para abajo.


Durante la bajada me sentí muy bien, una bajada amplia, con bastante visibilidad y espacio para corregir, y menos mal que me había advertido de que al final de la bajada había trampa, y joder que trampa, vaya rampón que daba la bienvenida al puerto de Canencia. Aquí pude hablar con un chico muy simpático, que iba con una Peugeot preciosa, vestido de la época de los héroes, y como los héroes, iba con rastrales, con un par, si señor, mi máxima admiración para este crack. Una vez conquistado Canencia, ya te sientes que tienes 3/4 partes hechas, ya solo queda Navafría. Después de un tramo de llaneo entre coches y de presenciar una caída de esas que te deja el cuerpo flojito, llegamos a Navafría. El compi de la Peugeot me cuenta que este puerto no tiene "ná", pero que es un infierno, y vaya razón que tenía. Cierto es que empiezas a subirlo en el kilómetro 107 pero no veas, parece que tiene velcro el mu cebrón. Aquí me pasa hasta el tato, y me coge el grande de Troy McWallace, un tío que tiene gusto pa las bicis y tiene el mismo modelo que Chis y yo. Por fin se termina el infierno, de nuevo paradita, agua, refresco, me chuto el magnesio y vamos que nos vamos, a eso que llegan los Weekend Warriors, saludos varios y me tiro para abajo. Esta bajada estaba feilla, bastante rota, tanto que se me aflojó el portabidón, así que tuve que deshacerme del agua del bidón, vaya gracia, porque del bidón trasero saco el bote regular. Dejamos atrás la bajada, y después de un par de sustos, una moto de la Guardia Civil y un par de coches llego a los últimos 35 km, un "llano" pero con un continuo sube y baja, y encima con viento en contra... precioso todo. Pues aquí me veo, solipandi perdío, a unos 50 metros un grupo de 3 compañeros y por más que le daba a los pedales, eso no iba ni para atrás, todo lo que daba y no recortaba ni un metro. Cuando ya estaba para tirarme a la basura, veo que se acercan por detrás 6 chavales a los cuales me agarro como si fuera lo último que hiciera en la vida y a partir de ahí si que se hizo la cosa más sencilla, ya que se formó un gran pelotón que nos permitió rodar a bastante velocidad de manera regular, aunque al final tuve un bajón guapo guapo y tuve que echar mano de los geles. Pero bueno, aún con ese bajón al final 6 horas 35 min con la neutralizada incluida y sin parar el Garmin, así que contento, y espero que el año que viene Yorye esté óptimo y que se una.


Chis, y Jony se marcaron un carrerón con 5 horas 55 minutos, y el Pacho fue un auténtico héroe y terminó en apenas 7 horas 10 minutos. Ya solo nos quedaba recoger y volver a Córdoba, y durante el viaje tramar las próximas aventuras, a ver que nos depara el futuro.


Nos vemos en la siguiente que espero que no pasen dos años.

jueves, 10 de marzo de 2016

Las crónicas de Paul Stephan: ABR 2016 Stage 1. La crono más larga del mundo.

Pues se conoce que no me quedé a gusto con el mal rato del año pasado, que este año decidíamos volver a a pasarlo "bien" durante 6 días, 450 km y un puñao de desnivel acumulado que marea. Mi compañero, el mismo que el del año pasado, el señor Culebra, No hay un mejor compañero para esta prueba que requiere dosis de látigo y mimos por igual.Este año la prueba comenzaba en el pueblo de Martos, con un novedoso sistema de contrarreloj que permitía mantener la atención de publico hasta el final, ya que los PROS salíamos al final del todo. La crono discurría por 50 km por los alrededores de Martos, Jamilena y Jaén, con unos nada despreciables 1500 m de desnivel.Como salíamos en categoría Élite, eramos de los últimos en salir, por lo que nos obligaba a salir cerca de las 15:00, vamos, una putada gorda, la hora de la sobremesa, y mientras unos están sentados en la mesa camilla con su cafelito, a nosotros nos toca estar dando pedales... ¡Que poco me gusta pedalear por las tardes!

Llegamos a eso de las 13:30 horas a Martos, y comenzamos a prepararnos. La verdad es que estamos un pelín nerviosos. Vamos hacia la zona de salida a ver como va el percal y si conocemos a alguien, de vuelta nos encontramos a XC y Juanlu, que nos advierten que el primer puerto es duro, pero el segundo tiene su miga. Poco después nos encontramos a Víctor y Carlos, que nos confirman lo dicho por XC y Juanlu.
Ya estamos preparados, y con ganas de salir. Damos un par de vueltas para comprobar que todo funcione correctamente y nos dirigimos al cajón de salida. Allí nos encontramos con nuestros fans, y vamos saludando a conocidos. Mi compadre Miguel, recién fichadito por el equipo Berria está allí con nosotros y le deseamos suerte, que por cierto, vaya contrarreloj se marcó mi hermano, espectacular.Como sin darnos cuenta estamos en la rampa de salida, 3, 2, 1… Y Culebra sale a fuego, la leche que no hay manera de cogerlo. Los primeros kilómetros me lleva con el gancho, pero vamos, muertísimo, le comento que como sigamos así al km 10 no llego, así que baja el pistón. Empezamos a subir el primer puerto, Culebra ya se ha destacado un poco, lo veo en la lejanía, pero este puerto es mejor ir cada uno a su rollo. No hacen nada más que pasarme PROS de verdad por todos lados, van frescos como lechugas, y yo voy al corte, madre mía, voy alto de vueltas, pero alto de cojones y no hay manera de bajar el pulso. Termina el puñetero puerto, y Culebra me espera me lleva un poquillo, llaneo y para abajo por una pista de olivar, a esto que me pasan los del Ergon, el equipo 2 y decido engancharme, madre mía que manera más bestia de bajar, me engancho hasta que apuran demasiado la frenada en una curva y zas, los tres fuera por mitad del olivar, así que bajo a otro rollo.Poco a poco enganchamos con senderos familiares cerca del Camino del Megatín, y ahí nos encontramos con la escena desagradable del día, un compañero tirado en el suelo con mala pinta.

 
Por lo visto golpe en la cabeza y una muñeca tocadita, esperemos que esté bien.Una vez terminamos la bajada vamos a encarar la segunda subida, y como nos habían dicho, era bastante larga y empinada. Aquí parece que me voy encontrando un poco mejor y termino de hacer la subida medio dignamente. Voy sin agua, y al final de la primera parte de la subida nos comentaron que había una fuente, por lo que veo una opción única de pararme a descansar, rellenar agua y departir con la gente local allí reunida… pues va a ser que no Culebra me dice que ni se me ocurra pararme, que el ya me ha cogido agua, así que mi gozo en un pozo. Coronamos y bajamos dirección Jamilena, bajada chula, al final de esta nos encontramos de nuevo a nuestros fans que nos aplauden y nos gritan como si fuéramos los campeones del mundo. Al pasar junto a ellos veo el chiringuito que tienen allí montado y me dan unas ganas enormes de quedarme allí con ellos y aplaudir yo a los que bajen. Tras esta parte nos volvemos a meter en la vía verde camino de Martos. Es pisar llano y vuelvo a petar. Los últimos 15 km se me hacen largos largos, y llegando a Martos hacemos toma de contacto con un buen amigo que hemos hecho durante la carrera, el amigo Isidro, del Club la Peña de Martos, un gran invitado de honor durante los siguientes días en nuestras crónicas. Así que con 3 horas y 4 minutos completamos la primera etapa, con un calentón considerable, pero contentos. 
Mañana nos tocan 75 km de muerte y desnivel, pero eso es otra historia.

domingo, 26 de abril de 2015

Las Crónicas de Paul Stephan- Paul Stephan en la Andalucía Bike Race (Parte 3)


Tras dos etapas, llegábamos al ecuador de la prueba, la etapa más dura de las seis, pero si superamos esta dura prueba, la balanza se empezaría a inclinar de nuestro lado, así que una vez terminemos esta etapa, lo tenemos ya en el bolsillo, al menos mentalmente.
Tras pasarlo bastante mal en el día de ayer, hoy no me iba a pasar lo mismo, así que ayer por la noche tiré de Paint y saqué un perfil la mar de mono, ya no me tima ni dios. A lo que temo de hoy es a la primera bajada, ayer el Team II estuvo visualizando videos de la misma, y por allí se desparramaba todo dios, y eso que era en seco, así que tendremos que tener cuidadito.
Por tercer día consecutivo, nos metemos en el cajón, por segundo día consecutivo nos toca el séptimo cajón. Hoy tenemos una mala noticia, Marce no ha recuperado bien de la segunda etapa y se ve forzado a abandonar, así que nos quedamos sin un equipo, maldita sea, esto no mola, pero vamos, que Marce es más grande que la el puerto de Rotterdam, así que seguro que pronto lo vemos probando suerte otra vez en esta prueba, esa espinita tiene que salir.
Salimos, y hoy, milagro, la gente se ve que está ternita, yo no soy menos que los demás, y se ve que el ritmo de hoy es más de supervivencia que de "ir a ganar". Nuestro pelotón lo tenemos claro, nos vamos con nuestros amigos de Gran Canaria, dos chicos supermajos, con los cuales compartimos bastante recorrido (solo recuerdo el nombre de Deniz), y nuestros paisanos cordobeses de Ciclos Álvarez, que me comentan que ayer llamaron a Decathlon y se enteraron de que allí trabajaba yo, y que si le podía hacer de servicio técnico mañana, por supuesto que sí, para eso estamos, y entre una cosa y otra vamos charlando, sobre nuestros senderos favoritos, los compis gran canarios nos comentan como son sus recorridos, en fin, esto es lo que más mola de la Andalucía Bike Race, el espíritu de camaradería que existe.

El recorrido de la etapa, en principio es el mismo, solo que en vez de subir al Jabalcuz por la pista, esta vez lo hacemos por el sendero de "El Pincho", la verdad es que es mucho mejor. De nuevo hacemos el carril bici, el muro, y nos adentramos en la pista, pero nos incorporamos al sendero. Este recorrido es espectacular, unas vistas increibles, tan impresionantes son que se te olvida lo duro que es subir por aquí, pero merece la pena. Poco a poco vamos cogiendo cota, disfrutando del paisaje, y pedalada a pedalada nos plantamos arriba, nos avituallamos y comenzamos con el descenso.
Esta era la bajada chunga del día, y tan chunga. Empiezo a ver gente que se baja de la bici, a lo que yo respondo creciéndome, y en una de esas, se me va de delante y salgo catapultado de mi preciosa Rafaé, con la fortuna de que caigo de pie y salgo por patas. Justo en ese momento veo que me adelanta Culebra patinete mode on, es decir, con una pataki fuera del pedal, con más miedo que once viejas, la bajada la verdad es que se las trae. Tiene multitud piedras, que al haber pasado 500 tios por lo alto, las han dejado bonicas de barro, y aquello escurre como el jabón. 
Me vuelvo a montar en mi bicicleta y tiro para abajo, no hay manera, Culeba y su patinete me sacan de punto, y no consigo alcanzarlo hasta una zona rápida que termina en una rampa con una inclinación demencial, por supuesto para abajo ¿quién dijo miedo?
Ya hemos pasado uno de los escollos del día, ahora vamos haciendo camino hasta el segundo. En esta parte vamos hablando con Isabel, de Superprestigio, y su compañero.
Vamos juntos hasta que llegamos a una zona de bajada bastante chula, con multitud de zetas. Después de esto paramos en el avituallamiento, cosa rápida, saludo a Maurici y seguimos, vamos comiéndonos los metros hasta que de repente llegamos a una calle de un pueblo, el cual no recuerdo su nombre, que está empinanada a más no poder, mama mía que miedo. Una vez termina la calle, la cosa no mejora, nos metemos en un sendero de olivar que está aún más empinado y así un tiempecito, hasta que comenzamos a bajar por otra bajada bastante chula. Una vez terminado este tramo comienza el segundo coco del día, un puerto bastante largo, pero de pista, no se si se hace más llevadero o más pestoso.  Metro a metro me voy deshaciendo como un azucarillo, y el puto puerto se me está haciendo eterno, y parece que no va a terminar nunca, ojú, que coñazo.
Al terminar el puerto está el último avituallamiento del día, parada y bajar a tumba abierta por pista. En esta pista se nos engancha una pareja, y no había manera de soltarlos, y cuando volvemos al carril bici... PETADO, Culebra me ve el jeto, y me chuta un gelete, que se ve que estaba caducado o algo, porque eso hace un efecto en mi mortífero, me lio a tirar como un becerro, ahora si que se descuelga la otra pareja, y Culebra también, por lo que me freno un poco y recibo un reprimenda de mi compi, perdón, me la merezco. 
Al final entramos en meta con un tiempo de 5:53:28 terminamos la tercera etapa, pasando mañana ya lo tenemos en el bolsillo.

martes, 17 de marzo de 2015

Las Crónicas de Paul Stephan- Paul Stephan en la Andalucía Bike Race (Parte 2)

Bendita de hora de sueño de más, hoy la salida es un poco más tarde, y podemos descansar un poco más en casa, así que es de ser bien nacido ser agradecido, así que nos levantamos a las 7:00 AM, y como ya estaba todo presto y dispuesto, pues podía hogazanear un poco más de la cuenta.
Me hago un repaso del perfil de última hora y me mentalizo, que etapa de hoy va a ser dura...

Etapa 2: Jaén.


Esta etapa tenía unos 30 kilómetros menos que la etapa anterior, por lo que sobre el papel, podía ser múcho más llevadera, pero el perfil daba un poco de miedete. Una vez llegado al IFEJA, como tenemos tiempo, voy a ver a mi psicologo, visito a Tullido. Me comenta que tenga mucha paciencia, que la etapa de hoy es bastante más dura que la de ayer, mama kaka, yo que pensaba que la más dura era la de ayer.. Que tenga mucho cuidado en el primer puerto, que es muy largo. No sabe Tullido lo que agradezco los consejitos. 
Hoy estamos en nuestro cajón, el 7, o sea, el último, parece ser que podemos salir tranquilos, pero va a ser que no, la gente vuelve a salir a fuego, y otra vez nosotros a nuestro ritmo. Transcurridos unos kilómetros, nos metemos en un carril bici. ¡¡¡Oh my dog que carril bici!!! Os juro que si en Córdoba hay ese carril bici, va a ir a currar en bici su mare, que barbaridad, ¡¡¡si eso tiene un 20% de inclinación!!! Pero que ahí no queda la cosa, vamos a dar al Muro, y tan muro, joder que rampota, con todo metido cuesta dios y ayuda no poner el pie a tierra, y veo que empiezo a perder posiciones, ya sabeis, si la inclinación es muy acusada, yo soy de hipovelocidad, y a mucha honra. Después del muro nos adentramos en una pista que sube hasta el Jabalcuz, la leche, que hartón de puerto, vuelve el cholismo a mi style, pedalada a pedalada, bufo a bufo. Culebra está constantemente pendiente de mi, preguntando como voy, si tengo hambre, que deje de comer, que me voy a poner gorda... Y así coronamos, ahora toca bajar, madre del amor hermoso que frio, no veo con las gafas, no puedo frenar, no puedo pedalear. ¡¡¡Coño!!! Me paro y punto, guardo gafas y para abajo a tumba abierta. Esta bajada por pista va a dar a otra espectacular, de senderito, con unas trialeras de aupa, aquí toca postureor, que se vean los patrocinadores, es que es ver el flash, y uno se viene arriba. Hoy Culebra también va entonao bajando, y eso se nota en la afición, pero tras la bajada y un breve pateo, volvemos a subir un puertecito, no muy grande, lo justo para que pete. Le digo a Culebra que me voy a parar, que estoy tiesito. 
Después de esta parada seguimos con la tarea, y tras una bajada corta, volvemos a subir otro puerto. Aquí ya me empiezo a embecerrar, y me enfado y me enfado, Culebra me dice que ya queda poco, yo le digo que mañana no se me olvida el maldito perfil, y que estoy hasta las narices de subir puerto, cuando de repente, el camino gira, y aunque sigue subiendo, y mucho, ya es un senderito, con lo que es muy llevadero, y me lo hace constar Culebra, que me comenta "ya no estás petao, ¿no?" Me hago un poco el sueco, y terminamos de subir, y damos a un pedazo de bajadón. Aunque encontramos tráfico, la hacemos bien, y me quedo pasmao de como Culebra le tira a una trialera tela de jodía sin pensarlo, me quedo anodado, así que yo no iba a ser menos. Arrancamos unos aplausos del gentío, que nos dan las fuerzas justas para llegar a meta con solvencia.
Al final 4:52:16 que saben a gloría. Pues otra más en el bolsillo. En meta nos espera el fenómeno de Rafa Naisse, que imortaliza nuestra llegada.
Me dirijo a mi psicologo y me dice que me ve bien, pero que no me confíe, que mañana es el peor de los peores dias, yo pienso "joder, todos los días el peor día es el de mañana", así que me vuelvo para casa con más miedo que todas las cosas, veremos a ver si mañana no peto. Hoy no hemos visto a nadie, nadie, nadie. Cada pareja ha hecho la guerra por su cuenta, así que empaquetamos bicis y tiramos para casa.

Mañana otro día será.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Las Crónicas de Paul Stephan-Paul Stephan en la Andalucía Bike Race (Parte 1)



Hace ya más de una semana que terminó la magnífica Andalucía Bike Race, por ello, os voy a relatar que hace un chico como yo en un sitio como este.
Mi hermano si que ha participado en varias ediciones como señalero, equipo de rescate, o como mecánico, pero para mi era una experiencia totalmente nueva, y no iba a ir como mecánico y personal de de la organización, si no que iba a ¡¡¡PARTICIPAR!!! Pero para comentaros todo me tengo que remontar hasta finales de enero. Estaba en unas famosas instalaciones de mi ciudad adoptiva, listo para jugar una pachanga con los compañeros de curro, cuando de repente recibo una llamada, miro el movil, si es Culebra, que querrá...
- Digameló.
- Paul, te propongo una cosa.
- Dime
- ¿Quieres correr la ABR?
- ¿Cómo?...

Pos, eso, así de repente me veo ahí en una tesitura, le comento que en un segundo lo aviso, que voy a hablar con mi manager.
- Hello.
- Hello.
- Me ofrecen correr la ABR.
- Ostras, de lujo, apuntate...
Rápidamente llamo a Culebra y acepto el trato. Cuelgo el teléfono, y entonces caigo en la cuenta de lo que he hecho, mader main, que mal lo voy a pasar, pero ya no hay vuelta atrás.

En menos de un mes me tengo que poner a tono para poder completar los 420 kilómetros de la prueba, seis maratones consecutivos, uno por día, y más de 13500 metros de desnivel acumulado. Entre entreno y entreno, se me ocurre la idea de intentar correr con una B'TWIN, una Rafal, por lo que me pongo en contacto con Zigor, gran diseñador y mejor persona, y me cede una impresionante Rafal 900S, todo un pepi. Faltan dos semanas para que empiece la prueba y recibo la Rafal, que para la prueba será bautizada como Rafaé, que para eso estamos en Córdoba. En tres semanas de entreno acumulo unos 600 km, vaya pasada, a estas alturas de año, en 2014 solo llevaba 90 km.
Falta una semana, y tenemos que cortar el entreno, Culebra tiene que currar, y servidor tiene que salir de viaje hasta el sábado, así que prácticamente llego de viaje y aterrizo a puerta gayola en la ABR, puede salir bien, o mal, a ver como se da.
El sábado anterior a la prueba visualizo los recorridos y perfiles, mama kk, muuucha kk. Me da mucho miedo la  primera etapa, 89 km, ozu que susto, pero no hay vuelta atrás, así que ponemos el despertador a la hora acordada.

Etapa 1: Jaén




Suena el despertador, ostras que sueño que tengo, menos mal que ya lo había preparado todo, así que a las 6:30 AM del 22 de febrero, me recoge Culebra y comienza la aventura. El viaje transcurre con normalidad, y llegamos al IFEJA con una hora de adelanto, esto pinta bien. Montamos bicis, preparamos ropa y listos, pero falta una cosilla, una cosita de nada, el dorsal. El día anterior, nuestros compañeros de aventura Francis y Cabrera, nos habían hecho el favor de recogernos el dorsal, a ver si llegan. Entre tanto, visito a Iker, me doy una vuelta por la parrilla, de to, ya me estoy incomodando un poco, faltan 10 minutos y el dorsal no aparece.
Al final, poniéndole suspense a la cosa, llegan Francis y Cabrera, nos ponemos los dorsales, y a todo trapo para la parrilla, fotitos de rigor, de Marce y Gambo ni rastro, estarán ya en parrilla. Miramos la nuestra y joder, nos toca el cajón 1, empezamos la ABR con disgusto de salida.
Estoy nervioso, como si fuera mi primera carrera, mamá que miedo que tengo. ¡Salida! Le digo a Culebra que nos peguemos a la izquierda para ir dejando pasar a todos los pro, esta no es nuestra guerra, nosotros vamos a pasarlo bien, así que como bien dice Culebra "cabesa, Cabesa". La gente va como loca, la virgen, parece que es un maratón de un día, y es díficil no calentarse con el ritmo.
Llevamos apenas 4 kilómetros, y nos alcanzan Marce y Gamboa, que ya se están divorciando, y eso que se llevan bien, pero la diferencia de ritmos y la manera de entender la carrera está haciendo que matrimonio haga aguas, pero cada pareja lleva su relación como quiere, así que Culebra y yo a nuestro rollo, queriendonos mucho.
La etapa es relativamente llevadera, es muy larga, pero transcurre en gran parte por pista y carreteras, así que se deja llevar. Más o menos voy, sigo con mucho miedo, sin apretar, pero poco a poco el paso de los kilómetros se dejan notar, cuando de repente aparece el puerto del día, un puerto por pista, de unos 7 kilómetros, desde el 43 al 50, ¡¡¡ay mama mio que pendiente está esto!!! Poco a poco vmos haciendo el puerto, con tranquilidad, me pasan hasta los caracolillos, pero Culebra me lleva de lujo, dándome ánimos, y por fin coronamos. 
Comienza la bajada, y se me hace cortísima, algo he recuperado, pero no mucho, y entramso en una zona de llano, que aunque pica para abajo, hace un viento del carajo. Aquí hacemos grupeta con otros compañeros de pelotón, y nos vamos haciendo relevos, pero el puñetero llano me ha dejao listo de papeles. Le digo a Culebra que me voy a parar un rato a comer y meterme un gel, que estoy listo. En mi cabeza da vueltas solo un pensamiento "joder, he petado en 60 km de la etapa 1, no me queda na". Como, me meto el gel que actúa a modo de oxido nitroso, Paul Stephan and the Furius. Empieza la bajada, y aquí si que disfruto y me divierto, vamos, como un enano. Es un senderito que que llega hasta un arroyo y va a dar a una carretera por la que bajamos por la mañana, y volvemos a pasar por el avituallamiento numero 1, que también es el 3. En este punto empezamos a alcanzar a cadáveres, la cola del pelotón está bastante granada, ofu que mal rato, y poquito a poquito conseguimos llegar a meta. No somos unos superclase ni unos PROS, pero la verdad es que me lo he pasado teta, y el tiempo, para mi discurrir en las últimas carreras, no es malo del todo.

Que bien nos lo hemos pasado en la etapa 1, la primera ya está en el bolsillo, mañana a por la segunda, a ver como se da.

El tiempo de la etapa ha sido de 5:40:10 y una media de unos 14 km/h.

Solo nos queda descansar y preparanos para mañana.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Dimitri por el mundo: Aracena 2014- Pedaleando bajo la lluvia



Se planteaba una de las salidas características de todos los años, la visita a Aracena. Aunque es una salida que se hace todos los años, por h o por b, nunca he podido asistir, y como no, este año no iba a ser una excepción, Ojete y servidor teniamos turno ese día, así que nos quedaríamos en casa a no ser que... diluviara, así que ojete y yo nos tiramos una semana invocando al dios de la lluvia para que cayera la del manso en tierras onubenses, y curiosamente somos gratificados con un golpe de suerte, en Aracena está lloviendo el día D, así que se suspende hasta la semana siguiente, por tanto tenía toda una semana para purgar el freno trase y probarlo a fondo, ya que me estaba dando bastante dolores de cabeza.
Pues efectivamente, pasa la semana, y purgo el freno a las 5 de la tarde del día anterior a la gala, sin tiempo de probarlo ni nada, ahí voy, a porta gayola, como los valientes, así que llega la noche anterior, y la cosa se complica, tengo un evento social, cosas de ser famoso, así que mi entrada en cama se retrasa hasta las 3 de la mañana, a las 6 hay que estar en el punto de recogida, menos mal que me lo dejé todo listo para salir rápido... o no.
¡¡¡Madre mia del amor hermoso!!! ¡¡¡Por Iósif Stalin, que temprano que es!!! Más sueño que una cesta de gatitos al lado de una estufa. Empaqueto todo mi equipaje, y estimo que voy con sobrepeso, así que decido sacrificar algo, las zapatillas sin calas, esa es mi elección EEEEEEEEERROOOOR, como se verá más adelante.
Para una vez en mi vida, estoy puntual en el punto de extracción, a lo lejos veo como se acerca el transporte, saludo a Víctor, y me pongo a desmontar mi burraco, perdón, mi Crocky, no es sovietica, pero es más dura que un AK-47, y en ese momento de insertar mi bici llega Francis con otro burraco, empaquetamos y directos a Aracena. Durante el trayecto intento dormir algo, pero creo que a Francis no le parece buena idea, y boicotea mis intentonas. A todo esto toca hacer una parada y desayunar, con PepeHill, Rofra, Deivid, Cabrera Páter y Ojete, por cierto Francis, te debo una tostá. Una vez desayunados reemprendemos la marcha y nos reunimos con el Naranjitos Factory Team, con el Páter, Obi, NNKK, Pablo y Chema como representantes.

Una vez reunidos todos, bicis montadas, y mil preparativos más toca emprender la marcha, como no, para arriba, foto de grupo en un llanete y tirando otra vez para arriba que cada vez se empina más y más, y aparecen más y más piedras. Tras realizar esta subida nos volvemos a reagrupar y tiramos para abajo por una pista, parece que el freno va con flow. Vamos bajando y de repente el Páter advierte mi presencia, en lo que se ve que no le hace mucha gracia que le pase, así que saca una pierna y me arrincona contra un arbusto, al estilo Schumacher con Massa. Esta maniobra será estudiada después de la carrera.
Después de que unos pocos se equivocaran, y tiraran por el camino que no era, por fin llegamos a la primera bajada del día. Era un senderito lleno de piedra jabonosa, que escurría tela marinera, así que a tirar del freno trasero toca, pues justo en el primer intento, zasca, ya no existe el freno trasero, vaya troll de freno que tengo, me paro y le doy más recorrido a la maneta, nada, esto va como una castaña. Bajo como puedo, con mucho miedo, pero es lo que hay, se ve que el freno trasero se ha vuelto independentista, y que ya no quiere pertenecer a esta ruta. Ya hemos terminado la bajada de las narices, no he disfrutado nada de nada, y nos toca subir a Cortelazor, un pueblo pequeñito donde decidimos hacer una parada, la cual aprovecho para quemar mi último cartucho con el freno, y decido hacer un cambio rápido de pastillas, a ver si con eso mejora algo.
Mecánica terminada, y estos mamones desayunaditos otra vez, yo no he tenido tiempo de probar bocado, así que me jodo y seguimos con la ruta. Justo en este punto, el cielo se torna oscuro, y empieza a caer unas inocentes gotas, comienzan las dudas en el pelotón y nos miramos unos a otros y de repente PepeHill ha pinchado, pues a reparar toca, ahora soy yo el que va a comer.Una vez apañado el pinchazo continuamos con la ruta, y justo al salir del pueblecito comienza a llover y comienzan las dudas, chubasquero si, chubasquero no... "¿Qué somos?¿Bomberos o parcelistas? (Chema dixit). Continuamos por carreteras hasta la segunda bajada del día. 

Ya no llueve, pero tiene pinta de que la bajada va a resbalijar de lo lindo, así que tiro detrás de Deivid, y a mi zaga va Pablo. Se espera una bajada de lo más emocionante pero Deivid decide que es piloto de seco, y va con más miedo que once viejas, y a poco que ve una piedra brillar tira de freno mano, la verdad es que la cosa está para no tontear mucho, pero que poco que dura lo bueno, ya se acabó, ahora toca un pechugazo de la ostia. Justo en un descansillo de esta subida nos reagrupamos, y Obi requiere de mis servicios como técnico, se ve que ha tenido un pequeño encontronazo con el lado oscuro y ha jodio un radio y tiene 3 más flojos, así que arreglamos y seguimos con lo nuestro, que es dar pedales, bueno, lo nuestro es estar sentaditos en la terraza de un bar, en esto de los pedales no es que destaquemos, para que nos vamos a engañar. Pues volvemos a subir y bajamos por una pista que dejamos a mano izquierda para dar a un sendero bastante empinado, corto y divertido. Entran Chema y Francis, al pelotón entramos Ojete y servidor, veo que oje me adelanta, no me voy a dejar, suleto frenos, le piso el pie a Francis que está torpeando porque ojo, noticia sobrecogedora, el rey de los KOMs de Pedroches está torpeando. ¡¡¡¡Goooooooooooooooool en las Gaunas!!!! Chema está poniendo los piececitos. Después de ver esto me da igual quedarme atrapado detrás de el, acabo de ser testigo de uno de los momentos que harán historia, algo similar a la caida del muro de Berlín, pero a lo que el enduro respecta.

Ya hemos llegado a Galaroza (como ayuda el puñetero GPS a recordar los nombres de los lugares), y nos disponemos a realizar otro pit para avituallarnos. Entre jijis y jajas en la plaza del pueblo somos testigos como el coche de un desprevenido turista colisiona con la flagoneta de un lugareño, nada, cositas que nos hacen pasar el rato la mar de entretenido, así que tras la culpa es tuya, no no, la culpa es tuya y el desenfundar de los partes de accidente continuamos con la aventura. 
Salimos del pueblo y unos cuantos nos escapamos del grupo, ya que Francis, PepeHill y Rofra todavía siguen comiendo, y como están más fuertes que que el vinagre, nos pillarán más adelante, así que vamos subiendo poco a poco por una calle con adoquines bastante resbaladizos, veo que Elian patina y se queda, el Niñato y Ojete idem. Este es el momento de quedar por encima de ellos, y restregarle a Elian que la Crossmark agarra, lo único que hay que ser es un piloto fino, como lo soy yo. A diferencia de crónicas anteriores donde fracasaba estrepitosamente en el intento, esta vez consigo el objetivo. ¡¡¡Chúpate esa camino de adoquines!!!
Seguimos subiendo y nos reagrupamos en Castaño del Robledo, justo esperando a todo el grupo empieza a llover de nuevo, decidimos ponernos el chubasquero. De nuevo se rompe el grupo y mientras unos tiran por el sendero, nosotros tiramos por la carretera, para luego incorporarnos de nuevo a una pista. Ya no llueve, ya diluvia, y a las palabras de Víctor "pero si ya no va a llover más" el tiempo decide que sí, que puede llover más, y que además pueden caer rayos y truenos enormes, en uno de esos Víctor y servidor, nos quedamos cegados por el destello de uno de esos rayos que parecía que venía a por nosotros. No se Víctor, pero yo estuve a punto de teñir de marrón mi cullote, que sustro más grande.
En mitad del diluvio comenzamos la penultima bajada, que se covierte en puro espectáculo y fantasía. Entre que no se veía, y que el suelo aparentaba que resbalijaba de lo lindo, la bajada se torna la mar de divertida. Al final de la bajada nos llegamos a la Ermita de la Reina de los Ángeles, foto de rigor que nos hace un peregrino y de nuevo a subir en mitad del diluvio. Ascendemos por la carretera durante unos minutillos, en los cuales se nos une un mastín blanco que o le gusta mucho el ciclismo, o tiene una clara tendencia suicida, ya que se ve que le gustan las emociones fuertes e invade el carril contrario una y otra vez. ¡¡¡Vamos a por la última del día!!! Nos tiramos para abajo y esta si que es divertida, a mi espalda va David, y a lo lejos veo a Pablo, lo adelanto en un punto un poco crítico pero mooooola, curvita, pedrolo, saltito y... ¡¡¡Zas, patilla de cambio a tomar por el culo!!! Joder, cuando mejor me lo estaba pasando va y se parte la puta patilla, pues nada, otra de mecánica. Saco el cambio de la rueda, lo enderezo como puedo (lo dejé de lujo, todavía sigue puesto y cambia con precisión suiza) y por suerte llevo una patilla de repuesto. Vuelta a montar en la burra y para el coche.
Una vez en el coche, empezamos a desmontar cambiarnos y aunque esté calado hasta los huesos, con frio, sin zapatillas de repuesto y tener que tirarme todo el viaje de vuelta con los pies chorreando, no puedo desdibujar de la cara esa sonrisa que tienes cuando te lo has pasado como un enano, aunque haya llovido a mares y aunque la salida te haya costado 50 euros en piezas nuevas. No hay nada como pasar un día épico con la mejor compañía posible. THIS IS ENDURO!!!



Nota: foto grupal by PepeHill





Mas fotos en: Dimitri por el mundo: excursión a Aracena

martes, 28 de octubre de 2014

Las Crónicas de Paul Stephan: 6ª Maratón MTB de la Subbética


Ya ha pasado un año, increíble. Un año desde que me viniera arriba sobrestimando mi estado de forma, y petando como una rata al cabo de 25 km, lo cual provocó un abandono que en principio me tomé como una retirada a tiempo, pero viéndolo con perspectiva, me picó un poco en mi escaso orgullo. Así que este año me prometí entrenar para afrontar esta dura prueba con garantías, no para hacer un buen tiempo, pero si para terminar de una manera más que digna. Pues no creáis que mi promesa ha ido muy bien, si bien es cierto, que tras terminar un agotador mes de agosto lleno de vacaciones en el cual no toqué la bicicleta ni para quitarle el polvo, llegaba septiembre, y ahora si que sí, me digo "me pongo a entrenar" y más o menos fue bien, saliendo de cuando en cuando con mi compañero de salidas mañaneras Culebra, y otras tantas en solitario, y muy esporádicamente con Tullido.
Todo diría que llegaría al 26 de octubre de manera más que sobrada, pues no, el mes de noviembre he hecho de todo menos entrenar, así que en un mes, apenas he salido un par de veces, pero esta vez iba a terminar, si o si, no había más opciones.
Todo el que me conoce, sabe que me gusta llevar las cosas planeadas de antemano, hasta las 11 de la noche del día 25 no miro la hora de salida, y más o menos a esa hora miro el perfil, justo en ese momento, mi madre que estaba al lado mía, me pregunta "Niño, ¿que te pasa? Te has quedado así como que blancucino, un poco palidete, ¿Estas bien? Pues no, no lo estaba, es la primera constatación fehaciente de que el desnivel positivo del tinglao era una barbaridad, nada más y nada menos que 2300 m en apenas 60 km. En estos momentos me imagino al Conde de Priego con una carcajada malévola y acariciando a su gato. Así que con más miedo que la madre de la niña del Exorcista me voy a la cama, espero dormir un poquito y no soñar con el Albayate.


6:30 AM, con su correspondiente cambio horario para el rollo este del gasto energético. Me levanto de la cama, desayuno frugal, que si no el desagüe no da abasto. Me visto y voy a por mi señora, que tiene ganas de ver como su marido revienta y de paso hace turismo por un pueblo tan bonito como Priego de Córdoba.  Recogemos la bici, ropa y demás avios y tiramos para la casa de Tullido para irnos con su furgo. Nos reunimos con Tullido, Casconata y con la sonriente Clara, empaquetamos todo y rumbo para Priego.
Después de una hora más o menos, y de ponerme al día con Casconata y Tullido, llegamos a Priego, un poco justillos de tiempo, para no variar. Primer paso, aparcar el coche. Este paso vemos que va a ser complicado, así que decidimos bajar de la furgo todos y que Tullido se encargue de aparcarlo. Paso 2, recoger el dorsal. Aquí la cosa se complica aún más, hay una cola kilométrica en la plaza de la Fuente del Rey, así que a hacer cola toca. Por fin estamos en chiqueros, saludamos al Conde de Priego y Don Josele y ya tenemos al dorsal, ahora nos toca el paso 3, ir a la furgo y cambiarse. Una vez colocados los dorsales y pertrechados con todo lo necesario para una maratón como esta, volvemos a la plaza para la salida, foto de rigor y estamos al final del todo, cosa que a mi no me importa mucho, me lo voy a tomar con tranquilidad, así que se da la salida y la gente sale como loca, vamos, lo habitual. Mi compadre Nacho y yo mismo decidimos ir juntos, el me sacaría en las subidas, y yo intentaría darle caza en las bajadas, trato hecho. 


Salimos del pueblo, dirección a la subida del Albayate, y poco a poco vamos ganando cota, al principio todo el trazado discurre por el mismo lugar que el año pasado, y Nacho y yo vamos más o menos juntos, sacándome unos metrillos en las subidas que en las bajadas recuperaba. Continuamos subiendo, y descubrimos la nueva parte de la subida, el Sendero del Perro, un sendero estrecho, con alguna que otra complicación técnica y bastante empinado, pero en este tramo, Nacho y yo no tenemos más remedio que poner pie a tierra, ya que todo el mundo está bajado de la bici. Aquí se pueden escuchar comentarios cariñosos sobre el recorrido de la carrera, que si esto es inhumano, que si esto no puede ser... señores, esto es MTB y no una vía verde, a ver si nos enteramos de una vez, no paro de escuchar estos comentarios en todas las maratones a las que voy, se ve que la gente no se suele informar de a donde va, yo tampoco, pero me suelo quejar menos.
Salimos del sendero y el trazado de la carrera nos deja al final de la pista que nos deja en el Albayate, mi reacción es "ostras, ¿ya estamos aquí?" Pedazo de alegría que me acabo de llegar. Bajamos antes de encarar la subida definitiva al Albayate y mayday, aquello no funciona, no se porqué pero la bici ha decidido dejar de cambiar, como se nota que es nueva, y le gusta sufrir menos que a mi. Me paro y le echo un vistazo para ver que pasa, le digo a Nacho que tire, pero el que es buena gente me espera un poco mas adelante, Sin saber como se me ha destensado el cambio a muerte, lo tenso y seguimos para delante, subiendo el ultimo tramo. Recuperamos unas pocas de fuerzas en el avituallamiento y tiramos para abajo. En apenas 10 segundos ya nos hemos encontrado a un coágulo, aquí se queda Nacho, y yo continuo saliéndome del camino por mitad de los chuscos, pero consigo adelantar al coagulo. Le digo a Nacho que luego me coge en la subida, así que me tiro para abajo como a mi me gusta, a saco. La bajada es una bajada complicada, tiene un sendero marcado, pero es bastante estrecho, está empinado y lleno de piedras y escalones, vamos una pasada, me encanta, el día que el Conde de Priego y su gente de Albayatemanía la quiten ya no vengo más, si solo vengo por esto (esto es lo que digo para que cuando pete me duela menos). Pues bueno, voy bajando y me encuentro otro coagulo, y en el horizonte diviso que hay una especie de chicane que tiene un paso por la izquierda, así que tiro a muerte para adelantar a la chavalería, me meto por la izquierda, y cuando me toca volver al camino... ahí no hay manera de entrar, voy pasadisimo, así que me salgo del sendero y engancho la puzolana, entonces comienza un periodo de uy, uy, uy previniendo la talega de tamaño colosal que se acercaba, pero milagrosamente vuelvo al carril correcto. ¡Ay mamá que susto más grande! Pero el susto me dura dos segundos, al fondo puedo ver una cámara, así que voy a darlo todo, y cuando llego a su altura, salto y plegada (habrá que ver la plegada), hay que quedar bien y gustarse. Giro a la derecha y me adentro en el senderito que también tiene su tela, pero es bastante divertido. Aquí me uno a unos compañeros de Granada, aquí vamos riéndonos todavía, que ingenuos eramos, y entreparada y parada por los grumos, chascarrillo.
Pues se acaba la primera parte de la prueba, ahora tenemos que volver a subir, y aquí, en un gesto de gentileza dejo pasar a todo dios, yo voy con todo metido, en esta zona es donde exploté el año pasado, así que voy con más miedo que once viejas. A los pocos metros de subida me vuelve a enganchar Nacho, comentamos impresiones sobre la bajada anterior y le digo que tire, que ya nos vemos, que yo voy guardando, que no quiero gastar ni un céntimo en la subida. Volvemos a estar igual, Nacho centímetro a centímetro se me va, y yo a mi rollo. Corono y ahora me toca echarle el guante. Me vuelvo a tirar como un loco y lo vuelvo a coger y pasar, y vuelta a empezar, ahora me coges tu.


Termino la bajada, no se por donde anda Nacho, seguro que ha pillado algún Safety Car por ahí, así que veo un avituallamiento a lo lejos y decido pararme. Me aprovisiono, a eso que llega Nacho y tiramos juntos. A continuación llega el terreno que más me toca las gónadas, el falso llano ese que existe antes de llegar al Cerezo, aquí me doy cuenta que estoy más ternito que el peluchito de Mimosín. Poco a poco hacemos metros juntos hasta que empieza la subidilla que da a las Lagunillas, aquí se me vuelve a escapar Nacho, aunque lo trinco justo en el AV3, vuelta a empezar, otra vez los dos juntos, y ahora si que empezamos a subir al Cerezo, pero yo ya estoy tieso, Nacho se va poco a poco, me digo lo mismo, que para abajo lo cojo, pero no me estoy sintiendo cómodo, ya me empieza a pesar el desnivel y entonces, toma pa tu cuerpo macareno, amago de calambre que solvento, que susto, espera, que viene otro, y otro,  pero parece que los estoy controlando, pero antes de que llegue a la mitad del Cerezo... ZASCA!!! Toma calambrazo en el cuadriceps, me repongo y continuo, al poco otro, me repito una y otra vez que esta vez termino aunque sea arrastrándome. En ese instante empieza a pasarme gente a saco, pero mi moral es firme, VOY A TERMINAR!!! Pos toma chulo, doble tirón de cuadriceps. me quedo como Chiquito de la Calzada, se pasan y sigo, ya estoy casi todo lo alto, digo casi porque todavía se que queda un kilómetro infernal en el que ya no puedo pedalear con en plato pequeño, así que voy andando, me la sopla bastante. Me vuelvo a montar y hay control, bromeo con los compañeros de Albayatemanía que si me ponen el garabato montado, y cuando me bajo, zasca, calambre terminal, pues no era tontería eso que decía de no bajarme. 


Una vez repuesto y con menos sales que el menúde un hipertenso, me tiro a saco para abajo  a ver si le echo el guante a alguno de los que me han pasado, el cazador está desatado. Paso a dos muchachos, mi mente me dice que salude, pero mi boca es incapaz de vocalizar nada, solo una especie de gruñido, entonces me doy cuenta que estoy mu malito. Llego abajo dándolo todo, y no me paro en el último AV, así que adelanto a unos pocos de compañeros. Lo que nos queda son nos 15 km de sube y baja, pero ya nada duro, pero yo estaba para el arrastre, y con tantos calambres no podía pedalear con cadencia, y no tenía fuerzas para pedalear atrancado, así que a andar tocaba, pero en una e esas, me dí cuenta de que podía medio correr, así que las subidas que podía las hacía a trote cochinero.
Ahora si que olía a Priego, solo tenía que dejarme caer hasta el pueblo, en una de esas curvas hasta la Plaza del Rey, cerca de la Ermita, me encuentro a mi señora y a la señora de Nacho. Ya estaba hecho, solo quedaba bajar las escaleras y esto está terminado. Meta, con 5 horas y 2 minutos crucé la línea de meta, con mucho dolor, pero con una satisfacción diez veces más grande que el dolor que padecía. Allí estaban mis compis Lomeros, Nacho, Clara y los Hobbyweb para darme una calurosa acogida. 

En resumen, por más que venga a estas tierras, ya sea a pata o en bici, no me canso nunca de admirar su belleza y el calor de la gente. La subbética es un lugar en el que uno se siente como en casa, y cuando lleva tiempo sin venir lo echa mucho de menos. Agradecer al Conde de Priego y a toda la gente de Albayatemania por la excelente organización de este evento, y nunca hagais caso sobre las críticas del recorrido, señores, esto es MTB, BTT o VTT, en definitiva, BICICLETA TODO TERRENO, a ver si nos va a pasar con el coche y vamos a tener bicis suv.

También quiero mencionar y agradecer a mi chica y a la de Nacho, que no le basta con el coñazo que les damos a diario con las bicis, que encima vienen a estos tinglados a apoyarnos, si señor, UNAS GRANDES.

Pues sin más me despido, no se cual será la siguiente, no se si la Betetea o algo pero por fin he cumplido el objetivo de la temporada. He ajustado cuentas con esta maratón 2-2 vamos, el año que viene al mejor de 5.