miércoles, 23 de octubre de 2013

Las crónicas de Paul Stephan: V Maratón de la Subbética, crónica de una muerte anunciada.

Después de haberlo pasado mal, y haberlo pasado bien casi a partes iguales en Cazorla (visto con perspectiva me lo pasé mejor que peor) tocaba un grande, el V Maratón de la Subbética, lo que es la etapa reina del tour a lo que al MTB se refiere, una prueba dura, rozando lo infernal, 72 km de puro sufrimiento, 72 km en lo que no existe un metro de descanso, 72 km en los que tienes que tener la cabeza bien amueblada para no hundirte en la miseria, en definitiva, 72 km en los que acumularemos un desnivel de 2800 m, señores, casi ná.

En estas tierras cuento con cierto bagaje, si bien es cierto que no muy bueno, 2 participaciones, un abandono, y un puesto finisher en 2012, pero con muchos problemas debido a los pinchazos etc, etc. Pues ahí estaba yo otra vez, a lo cabezón.
El día comenzaba temprano, había quedado con un debutante en estas tierras, Perico, para cargar la furgona de Tullido y Casconata, en la cual iríamos nosotros 4 más nuestra joven promesa Clara. El viaje transcurrió con enorme celeridad, se pasó muy rápido entre risas y chascarrillos de los habitantes del bus.
Una vez desayunados llegamos a Priego a recoger los dorsales, como siempre justitos de hora, y que pasa, chica hay liada con los dorsales, la virgen que lio, una cola pa'ca otra pa'ya, vamos un follón. Dejamos a Casconata y Clara en la cola, Perico, que es más inteligente que nosotros, le dejo los deberes a Culebra, el cual ya tenía su dorsal preparadito. Una vez abandonado a dos integrantes de la expedición en la cola volvemos a la fugo a montar todas las bicis. Montamos todas y aún no hay rastro de los dorsales, por lo que decidimos tirarle a la cola de los dorsales con todas las bicis y hacer relevo en la cola.
Tras un rato en la cola por fin tenemos el dorsal, saludos al resto de la tropa lomera, la virgen, hoy somos unos poco, llevaba mucho tiempo sin ver tanto azul en un maratón, pero la verdad es que la ocasión bien merece la pena.
Revisión de ultima hora, telemetría, OK, móvil para usarlo como baliza de emergencia, OK, drogas, OK, cámara OK... Me coloco con mi compañero endureta Perico, y vemos como el resto de gente se va volviendo loco cogiendo posiciones, nos miramos y pasamos del tema, aquí en lo último se va mejor. Con la salida ya queda claro to, salida en un cuestón de narices, con sirena incluida, me encanta.
Poquito a poco vamos Perico y yo cogiendo a gente y pasándolos, paseito por el pueblo y Perico va encorajinado porque no le va su telemetría, cogemos a Lucas, el cual ha salido primero pero va haciendo un demarraje a la inversa, seguimos hacia delante, y cogemos a Culebra y Animal, que al vernos aprietan como alma que se la lleva el diablo. Rodando rodando por pista llegamos a la primera bajada, Perico se pone delante y no veas como va el bicho, su KTM ni se menea va a cuchillo, yo voy a la zaga, el abre el camino y yo le hago de rémora, pasamos a Culebra y llegamos a un río en el que, como es habitual en mi, me mojo los dos pies. Comienza la pista, y esto ya no mola tanto, el terreno empieza a picar para arriba, en estas que nos pasa Culebra diciéndonos, estilo chulito prepotente, que ahora que le cojamos si podíamos, le arengamos a que corra, que en caso contrario nos lo vamos a fockalizar en la bajada del Albayate.
Poco a poco vamos ganando cota, y en un momento Perico decide que está hasta el nardo de mi persona y me dice que pasa de ir conmigo, que le vaya tirando que luego nos vemos y nos tomamos algo.
Con todo el pesar de mi corazón tiro hacia delante y dejo tirado a Perico, en estas que veo que voy cogiendo a gente y llego a un grupo en el que está Gui, los cojo, toca bajada, paso al grupo, Gui lee perfectamente la estrategia y tira conmigo, ahora ya estamos los dos solos, he dinamitado el grupo y he arrastrado a Gui conmigo, labor de equipo 100% cumplida.
Vamos charlando amigablemente hasta que la subida del Albayate ya nos deja sin poder hablar mucho, la leche que cuestas, menos mal que me lo conozco y voy tirando de psicología, veo a gente bajada del caballo por todos lados. Al final de la subida me pilla Gui, que le había cogido unos metrillos antes, y nos tiramos como posesos por una bajada de pista rapidisima y con mucho mama kaka, se corría tanto que desde mi punto de vista era más peligrosa que la bajada del Albayate. Esto es Priego, y no hay bajada sin que haya otra patá en el pecho a conticuación, y efectivamente, en esta bajada ponemos ritmo de compañeros y amigos y nos vamos llevando bien uno con el otro, sin tensar ni nada, que lo que importa es llegar al final. En la última bajada antes de afrontar el rampón de hormigón que corona el Albayate pierdo la cámara, me cago en la leche, menos mal que voy cansaete, si no le dan por el ass y me voy a lo pro, sin cámara ni nada. Gui que es un caballero me espera a que la coja y tiramos hacia arriba. Una vez coronamos, hace un frío del carajo, comemos un poco de naranja, isotónico radiactivo, agua y para abajo, le comento a Gui como es la bajada, baja su tija y se me pierde el tio, ¡la virgen como baja! Yo lo voy pasando nada más que regular con mi BH frígida, pero aún así voy montado y me hago toda la bajada a 0 pies y con una tentativa de tollina bastante importante, pero salvé el entuerto, lo malo de todo es que me siento petado como una rata, parece que en vez de bajar he estado subiendo un puerto durante 3 horas, que desagradecido es esto del MTB. 


Proseguimos con la bajada y cuando llegamos abajo del todo, ¡¡¡cha chan!!! Sorpresa, Gui me había comunicado que hasta el km 43 estaríamos tranquilos, pues... no se yo que tranquilidad es esta, estábamos en mitad de una pista en la que aparentemente no tenía mucha inclinación, pero no veas como se agarraba la muy HP, en todas estas se anida en mi cabeza la desgana, he iba pensando en mis cosas cuando... ¡zasca! patinazo y su correspondiente hostión, acabo de sentirme como la celebre manzana de Isaac Newton, he notado perfectamente como actuaba sobre mi la fuerza de la gravedad y he caído peloto, osu que talega más tonta y que daño me he hecho. Un compañero me ayuda y me limpia un poco el codo, que tiene más chinos que una "espuerta" de hormigón. Sigo hacia delante y ahora si que ya no tengo ganas de nada, miro el cuentakilómetros y llevo casi 3 horas para 30 km, y todavía me faltan cerca de 50, ni de coña paso 5 horas más en la bici. Sigo subiendo y veo que al final de la subida vamos a parar al mismo sitio por el que bajamos en un principio, y allí veo a Clara, le pregunto que que tal y me dice que se retira. Después de negociar un rato con ella, nos bajamos los dos por el sendero de subida dando ánimos y los demás compañeros, nos cruzamos a Perico, le avituallamos con todo lo que teníamos y seguimos. Poco a poco vamos bajando y vamos añadiendo gente a nuestro grupo de retirados. Final lo formamos Clara, Berna de Córdoba, Pepe de Lucena y servidora, ya solo nos quedaba un paseito hasta Priego de manera amigable charlando unos con otros y compartiendo sensaciones de la carrera.

Como conclusión, esta carrera hay que ir entrenado y mucho, como dije antes, creo que está a la par de la antigua Cortes 60 o peor. Por mi parte, Cazorla ya la terminé en bonus time y esa es Bamby comparado con el Maratón de las Sovieticas, por lo que a todo el que lea esto le recomiendo entrenar a conciencia si la quiere terminar dignamente, por lo demás es una prueba espectacular, y por mi parte el año que viene estaré allí otra vez para vez si vuelvo a equilibrar el balance de abandonos/concluidos, ahora mismo está en 3 participaciones, 2 abandonos, 1 finalización. El próximo 10 de noviembre estaré otra vez por estas tierras, pero en esta ocasión para patear, con los compañeros de UMAX Activa, en la Subida Vertical Pico Tiñosa.

PD: solo hay una foto porque no dio tiempo para más jejeje, el que sale en primer plano es mi gran amigo Perico.

1 comentario:

  1. Grande como siempre este Paul Stephan. Cuando termine mi colosal obra prometo mojarte la oreja en tu terreno, la MTB (modo de arenga en Cortes60 2010)

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