jueves, 4 de septiembre de 2014

Dimitri por el mundo: Zona Zero 2014-Round 3



Llevamos ya dos dias en el paraiso, dos días efímeros, de los cuales las horas se han pasado como minutos, y los minutos como segundos. Dos días en los que las risas han sido la banda sonora de la ruta, y en los que hemos disfrutado de paisajes del sueñoTras el rutón de ayer hoy tocaba turrón del duro, la etapa reina de este "estage", hoy nos íbamos a cagar con la ruta. Solo se que había que subir muy alto, para luego bajar a muy bajo, para a continuación subir de nuevo hasta muy alto, y ya por fín, bajar. Para esta nueva etapa se nos unirian dos fichajes de última hora, Fernando el vecino y Manel. 
Nos levantamos temprano, eso no es novedad, pero si lo hacemos un poco más de lo habitual, ya que nos tenemos que desplazar unos kilómetros en coche y es necesario pertrecharlos. Repartimos las bicis entre las dos furgos, mientras que mi buga será usado de lanzadera para luego usarlo como enlace entre el final de la ruta y el comienzo de la misma, así que a los coches se ha dicho. Una vez hecho la primera parte del trayecto abandonamos mi Picachu Perico y yo y nos cambiamos a una de las furgos. Aquí viene uno de los momentos del día, menos mál que me acuerdo de que se me han olvidado las zapas de la bici en el coche cuando no llevábamos recorrido apenas un kilómetro, así que Chema tiene que dar la vuelta y volver al Picachu a coger las zapatillas. Menos mal que me acordé, si no me pego un hinchón de reir todo el día bueno, bueno.

Tras unos 45 minutos en coche, por fin llegamos al punto de partida. Nos abrígan unas monumentales montañas, y me empiezo a temer lo peor. Mis sopechas se confirman cuando le pregunto a Alvarito por el discurrir de la ruta y me comenta, señalandome con el dedo, "hay que subir hasta allí, bajamos, comemos aquí, y volvemos a subir hasta allí" Mama caca, no sabeis los altos que estaban los "hasta allí", es el tercer día de ruta, y ya empiezo a estar cascaete, hoy ritmo tranquilo hasta las cumbres, y a disfrutar de la bajada.
¡¡¡Al lio!!! desde el minunto 0 ya con el plato chicho metido, no conviene recalentar el motor que luego pasa factura en cuanto llevamos unas horas de pedaleo. La subida transcurre por una pista, no es nada técnica, pero cada metro que pasa parece que la van inclinando más y más. Me coloco al final de pelotón, haciendo grupeta con Alvarito, Jesús y Pablo. Aprovechamos para ir trazando la estrategia a seguir, pero no veas como se está poniendo la cosa, esto está empinado, pero empinado, ahora, eso si, disfrutamos de unas vistas espectaculares, y de una temperatura la mar de cómoda. Continuamos con la subida, ya no se ni el tiempo que llebamos subiendo por la pista, ni los kilómetros que llevamos (cosas de no llevar cuentakilómetros) pero parece que llevamos dos días subiendo y entonces por fin hacemos una parada, menos mal, la cosa se estaba poniendo fea. Tras este parón, el jefe de filas, Alvarito, me pide que le muerda en la canilla a Natera, así que con él hasta arriba, no le gano, es cierto, pero al menos llego con el, bueno a tres metros, he conseguido un 2º puesto gracias a la estrategia, pero creo que este esfuerzo me va a pasar factura en el segundo puerto del día, y tanto que me pasaría...
Una vez arriba esperamos a que ser reuna el grueso del equipo. Ya estamos listos para la primera bajada del día, y como el terrero lo permite, porque no, decidimos hacer una salida a lo Megavalanche. En apenas 2 segundos he perdido por lo menos 7 posiciones, madre mia que manta estoy hecho en este tipo de salidas, de repente pasamos de la hierba a un sendero estecho, con una gran piedra o televisor cada 50 metros, cada vez la cosa está más inclinada, y de repente nos metemos en un mar de piedra, se hace montado lo que se puede, aunque la cosa está chunga, y en uno de los intentos me quedo a 1 cm de meterme una ostia de esas que resonarían en todo el valle así que me acuerdo de todos los consejos de Bear Grills, tiro de lógica y resuelvo la situación; me bajo de la bici.
Trás llegar abajo con un temblor de canillas importante y con las manos convertidas en garras de tanto tirar de freno, me tiro en la hierba cual cochinillo se restriega en el fango, pero ahí no queda la bajada. Tras unos minutillos en los que esperamos al grueso del grupo y descansamos un poco, toca ponerse de nuevo en acción, y continuamos la bajada que nos lleva hasta el lugar donde hemos dejado nuestros vehículos.

Aquí vamos a hacer el avituallamiento. Sacamos bocatas, dulzajos, rellenamos el camel y reposamos un poco, parece que no, pero ya llevamos un trote considerable.

Se acabó el descanso, toca subir de nuevo, este puerto se divide en cuatro cuartos, todo esto según Alvarito, pero los cuatro cuartos son desiguales. Será una subida larga y con bastante desnivel, aunque eso si, se hace por una "cómoda" pista. Pues bien, a las primeras de cambio cometo un error junto con Chema, íbamos los dos un poco pasados y nos colamos en un cruce, por lo que a remontar toca. Desde los primeros compases de la subida no me encuentro nada bien, voy petado como una rata camboyana, pero las vistas compensan todo el sufrimiento, el entorno es espectacular; son esos paisajes que te esbozan una sonrisa en la cara, pero a cada rato te acuerdas de que lo estás pasando tela de mal. Enganchamos a Alvarito, Pablo, Trigeniero y Genuine, y continuamos el calvario en grupeta. Tras un rato de subida, decidimos hacer una paradiña junto tras cruzar un puente que nos permitia badear un riachuelo del deshielo. A esto que Pablo dice "pues yo me voy a bañar", lo que tardo en mirar al agua y girarme hacia el y ya está el tio en pelotas metido dentro del riachuelo, yo no se este chaval, parece un renacuajo o algo, charco que ve, charco en el que se mete. Después de esto, inserto mi inocente mano en el riachuelo para comprobar la temperatura por si, ingenuo de mi, me unía a Pablo. Esas aguas estaban a temperaturas cercanas a 0 grados, se lo comento, a lo que me contesta "que va está buena" A partir de este momento, jamás me fiaré del criterio de Pablo, al menos a lo que agua respecta.
Tras el parón proseguimos con la tortura, metro a metro vamos ganando cota, hasta llegar a un algibe que nos deja a la vista el final de la subida... ¡¡¡Oh my diosito!!! ¡¡¡Pues no queda na!!! La moral la tengo ya por los suelos, pero no hay otra, seguir para arriba. Al final llegamos a otro algibe, esta vez seco. Ahora si que se atisbaba el final de la subida. El final de puerto terminaba con un porteo considerable hasta llegar a un tramo con una fuerte pendiente, vamos prácticamente vertical, formado por nieve. 
Este ascenso requería un serio análisis. Genuine y servidor estamos al pie de la pared de nieve, viendo como la gente "resbalija" de lo lindo con las técnicas convencionales de ciclo-alpinismo, por lo que consolidamos una nueva técnica, el bike-piolet, que no es más que usar tu propia bici como si fuera este útil alpino, se levanta la bici y se lanza, clavando el manillar y rueda trasera. Esta técnica resultó ser todo un éxito, siendo replicada por algunos de los miembros del grupo.


Por fin estamos arriba, ¡¡¡por fin!!! La verdad es que todo el sufrimiento ha merecido la pena, es hora de tomarse unos minutos de merecido descanso y admirar la naturaleza. Pero como era de esperar, lo bueno termina pronto, pero ahora empieza lo mejor, empezamos a bajar. Eso si, depués de la foto grupal.

Otra vez de nuevo salida a lo avalanche, pero esta vez desde nieve, simplemente espectacular, una de la mejores sensaciones enduretas que he experimentado, divertidisimo, que si se me va la bici por aquí, que si Genuine me mete rueda, que si Chema me arrastra con el codo... Es lo que tiene la nieve.
Una vez pasamos el tramo de nieve, tenemos que bajar hasta una pista que se encuentra unos metros por debajo nuestra.Cada dos por tres teníamos que sortear algún que otro nevero así que lo de baja a la pista se podia hacer de dos formas, la civilizada, y a lo cabra montesa. Esta manera es la que decidió realizarla el Páter, con un estilo increible, pata fuera, culo atrás, y con una velocidad endiablada bajando por una colina bastante inclinada. En ese momento nos miramos Genuine, Pablo, Alvarito, Trigeniero y yo, y decidimos imitar semejante tramo, os mentiría si no me caca en algún momento de la bajada.
Después de conectar con la pista solo nos quedaba llegar a la bajada de verdad y empezarla. La bajada comenzaba por un sendero estrecho, pero abierto, allí solo había matorrral bajo, hasta que poco a poco la vegetación iba creciendo en altura y espesura. La bajada fuera sido espectácular si no fuera porque tras recorrrer unos pocos metros había una barricada de troncos, parecía que montaña arriba había caido un meteorito y los había tirado todos. 
Primera barricada: "mira si ha caido unos troncos", segunda barricada: "¿mas troncos?", tercera barricada: "joe con los árboles"... enésima barricada: "me cago en su p... madre, estos es una p... mierda, estoy hasta los c... de pasar los p... troncos..." Pablo es testigo de la evolución de mi estado de ánimo.
Pues petado, y harto de portear la bicicleta que si arriba, que si abajo decido quedarme con mi maestro Obi Wan para seguir aprendiendo junto a el y hacemos juntos la última parte de la bajada.
Al final del tortuoso sendero (ese sendero limipio tiene que ser una locura, simplemente espectacular) nos reagrupamos para hacer la última parte de la bajada juntos. Era una pista, y en ella se iba a dar lugar al Campeonato del Mundo de Speedway. Yo como siempre, salgo con la caraja, a remontar toca, adelanto posiciones, me toca luchar con Perico, entro un "poco" pasado en una curva, lo justo, para casi destalonar cubierta, que se vaya la bici por todos lados y enfilar rumbo hacia el costado derecho de Perico, a todo esto que ve la maniobra, y a grito de "me dejo, me dejo, me dejo" me deja adelantarle sin oponer resistencia. Así me gusta, si no se fuera dejado, seguro que terminamos mal.
Siguiente objetivo, el Páter, vuelvo a entrar colado, pero salgo más controlado y termino adelantandole de una manera "más limpia"  que a Perico, ya lo que queda es dar pedales como un HP, pero aquí el fuelle ya no da para más, llegando a la carretera consigo pasar a Manel, sería la última víctima de mi bajada.
Tramo de carretera a una velocidad axfisiante, la manía que tienen esta gente con el correr, y llegada a mi pequeño Picachu.


Subimos con mi pequeña barquita hasta donde hemos dejado los otros coches, atravesando de nuevo la pista. Un buen rato depúes llegamos a los coches y tiramos para abajo. 
Iba tranquilamente hacia abajo cuando veo a Chema apretando el sentinel de la Iveco, eso no parece una Iveco, eso es un Kamaz del Dakar, osu como me mete rueda, así que no me voy a dejar, y voy a lucharlo. Vamos a gustarnos un poco con el Picachu, que luego también tiene que comer mi mecánico.
Tocamos de nuevo asfalto, y se acaba el Dakar, pero no os esquivoqueis, comienza el Rallye Principe de Asturias, pero no diremos nada que todo esto lo lee Obama y luego se chiva a la Guardia Civil, y la Benemérita de estas tierras me tiene inquina desde el aparcamiento del año pasado.
Nos juntamos con todos, bicis a los coches, y a comer al polideportivo y hacer convivencia. Mañana será el último dia y la despedida del paraiso, pero eso será otro capítulo.






2 comentarios:

  1. Indicar que subiendo con la Picachu,, escuchamos los últimos minutos que le dan la liga al Atleti, f**k you Barça

    ResponderEliminar
  2. Jajaja si si... el agua estaba buena pa beberla! ;)

    ResponderEliminar